6º Poesía con Recuerdos, con calegrías y lágrimas que hicieron que mi sensible corazón se atreviera a dar forma a estos versos.
Ya veis que poco a poco esta página irá tomando forma y publicando nuevos poema, por eso son tantas entradas para facilitaros la búsqueda de vuestro poema favorito.
Hoy reúno poemas para explorar el poder de la poesía a través de una lente única: la evocación de recuerdos. La poesía tiene el increíble don de transportarnos a momentos pasados, despertando emociones y recuerdos que creíamos olvidados y otros que nos emocionarán al leer y sentir las palabras que os envío.
En esta presentación, vamos a sumergirnos en un viaje a través de versos que nos llevan de vuelta a recuerdos entrañables, momentos de alegría, tristeza, amor y todo lo que conforma la complejidad de la experiencia humana.
Cada poema que exploraremos hoy es como una ventana a un momento en el tiempo, una instantánea de la vida capturada en palabras. A medida que escuchamos los versos, los invitamos a cerrar los ojos y dejar que sus propios recuerdos se desplieguen ante ustedes, como las páginas de un libro antiguo que revelan historias de tiempos pasados.
En este viaje poético, nos sumergiéremos en las profundidades de la memoria, reviviendo momentos de inocencia perdida, amores olvidados, paisajes de la infancia y encuentros inolvidables. A través de la magia de la poesía, daremos vida a esos recuerdos una vez más, honrando su importancia en la tela de nuestras vidas.
Así que los invito a abrir sus corazones y sus mentes a la experiencia transformadora de la poesía con recuerdos. Que estos versos les recuerden la belleza efímera de la vida y la eternidad de los recuerdos que atesoramos en lo más profundo de nuestro ser.
Gracias nuevamente por seguir confiando en mí.
Dama de las Algas
La calzada
Llovía en la ciudad
Y yo en mi ventana,
Como si de una cárcel se tratara
Viví en oscuridad.
Divise siluetas caminando
A paso acompasado,
Y sin miedo a la humedad.
Y aquella pareja acomodada
Por la acera que recorrían,
Me vinieron a saltar recuerdos
Que creí que eran de niña.
Más de una vez cause risa
De frases rimadas al viento,
Y hoy mis ojos recorren
La calzada desde adentro.
La lluvia presente
En días pasados,
Dejó la calle adornada
De gotas en el asfalto.
Y las parejas pasean
Frente a mi guarida,
Sintiéndome sola y desvalida
Por no poder pasear un rato.
El velo que cae del cielo
Acaricia a los amantes
Aquellos que pasean
Por la acera filtrante.
Y su caminar recto
Enfrascados
En un abrazo sencillo,
La calzada se queda en silencio
Y yo mirando al vacío.

Al abuelo Federico y a mí padre
Recordar mis sueños
Recuerdo mis sueños
Que de niña me gustaban,
Y que nunca revele.
Ahora sé qué pescador
No es solo el que se embarca,
Sino el que sueña con ello
Y deja una marca.
Yo fui pescadora,
Y repartía mi carga,
Cuidando de mis compañeros,
De redes verdes de agua,
Estaban en la miseria,
De noches vacías lágrimas.
Recuerdo que mi pesca
Se repartía en las casas,
Sin yo saberlo
El hambre a todos calmaba.
Me acuerdo
De aquella niña de agua,
Que echaba las redes
Y sus barcos cuidaba.
Soñaba que eran tres,
Sin saber lo que costaban,
Repartía entre todos,
Sin escatimar palabras.
No había necesidad
De pelear por nada,
Y éramos felices,
Qué sueño,
Qué sueños me alegraban.
Ahora comprendo a mi abuelo,
A mi padre,
Cuando a las salinas
Me llevaban.
Yo no me columpiaba,
Ni bajaba por un tobogán riendo,
Yo jugaba con la sal,
Y veía a los salineros,
Jugaba con los pescados,
Que llevaban a casa frescos.
Así me, críe feliz
En una tierra de ensueño,
Ahora recuerdo esos barcos,
Y terminó sonriendo.
Recordando a mi padre
Y también a mi abuelo,
Me hicieron querer al mar,
Allí fui feliz,
Sin él no puedo serlo.

Mi barca
No veo la hora de zarpar
Y llegando al mar abierto,
En un barquito velero
María Luisa te llamó.
Acariciar los maderos
Que tus manos alisó,
Dándoles la fuerza del viento
Y el cariño del maestro,
Así con ternura nos mostró
El trabajo del carpintero.


Juncos
Mis juncos perfectos danzantes
De la música que del alma voladora,
Camina y susurra al oído
De la persona que añora,
Los ríos melodiosos recorren
El amor de quien implora.
¡No me busques en San Juan!
¡No estaré por allí!
Pues el corazón de esta pirata
Se retiró del mar,
Y se aferra a la tierra
A pesar de la soledad.
Mi voz
No es mi voz la que te llama
Son mis sentidos los que te quieren,
Es mi alma la que te recuerda
Y mi corazón que es rebelde.
Nunca mentí, pero oculte,
Las señales de una vida sin glorias,
Quedándose el pasado olvidado
Para no padecer.
Tú no entendiste tal dolencia,
Pues llenaba mi estado tranquilo
Y vuelves a recordar tal espacio
Que yo deje vacío.
Ahora no hay importancias
Que causan amor afligido,
Las faltas que llegan a mí
Se quedan incrustadas de frío.
Así no se puede vivir
Pero yo sí que vivo,
Con las ofensas a mi persona
Teniendo la conciencia tranquila
De ser como es debido.

La verdad
No se trata de suerte alguna
Ni de empeño profundo,
El camino de cada uno
Viene derecho de otro mundo.
Personas menos listas
O menos provistas de carisma,
Salieron triunfantes.
¿Y quién explica todo eso?
¿Y demuestra a personas fascinantes?
Pues no todos valemos para médicos
Y los hay a millares,
Para que hablar de política,
Pues en este camino que elegí,
No me convences ni a pares.
¿Cómo es posible que hoy en día?
Que por arte del hombre,
Seamos todos ingenieros,
¿O buenos almirantes?
¿Acaso en las universidades?
¿Nos enseñan a picar?
Pues es de buena fortuna
Que un ingeniero de caminos
Sepa también trabajar.
Y no me canso
De darle vueltas a la cabeza,
Sonriendo para mis adentros
Cuando una vaca hace años,
Terminaba la carrera de maestro.
Ahora qué listos somos
Y todos con nuestro diploma,
Hasta para freír un huevo
Necesitamos clases de aromas.
Pero llega siempre un día
En el que nos hacemos valerosos,
Mandando un video de tontería
A una red de famosos.
Y se terminó el ingeniero,
El maestro o el dentista,
Soy el que más visitas tiene
Y con esto termina mi lista.
Copiamos un poema de un libro
Un millón de visualizaciones,
Y el pobre señor del gato
Se esconde en los rincones,
Por qué no tenía trato de visualizaciones.
Y mira que estaba gracioso
Pero la inteligencia engaña,
Teniendo todos títulos
De la alta dasocracia.
¿Tú sabes de dónde te viene el don?
Pues piensa un poquito ingeniero,
Que para ser el primero
También manda el alma y el corazón,
Y no todos lo tenemos,
Eso solo nos lo manda Dios.

6º Poesía con Recuerdos
Nadie sabe lo que siente
en ese momento de luchar,
cuando aparece la espada
empuñada por la mano,
sin miedo y con piedad.
Él es un guerrero,
sin saber de dónde será,
han desembarcado en Cádiz
y vienen de alta mar.
Coral